ARTÍCULO 8 DE LA CONSTITUCIÓN

La Constitución de 1978 quiso evitar los fantasmas del pasado, pero también dejó puertas entreabiertas a viejos poderes. Uno de esos pasillos oscuros es el artículo 8, donde las Fuerzas Armadas adquieren un papel que va mucho más allá de la defensa militar. En teoría, su misión es proteger la soberanía y la integridad territorial; en la práctica, su redacción permite lecturas inquietantes sobre quién tiene la última palabra cuando el Estado se tambalea.

No se trata de dudar de la profesionalidad de los militares, sino de preguntarse por qué, en una democracia madura, un ejército debe ser guardián de la “unidad de España” como principio constitucional. Quizá porque la política, una vez más, prefirió no asumir del todo su responsabilidad. La Transición tuvo miedo… y el miedo escribió más artículos de los que reconocemos.

ARTÍCULO 8 DE LA CONSTITUCIÓN - SOY UN PENSANDOR LIBRE
SOY UN PENSANDOR LIBRE

ARTÍCULO 8 DE LA CONSTITUCIÓN

📜 Texto original

Artículo 8 de la Constitución Española:

  1. Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
  2. Una ley orgánica regulará las bases de la organización militar conforme a los principios de la presente Constitución.

Aquí tienes el enlace al texto oficial del Artículo 8 de la Constitución Española, publicado en el sitio web del Boletín Oficial del Estado (BOE):

Este recurso contiene el texto íntegro de la Constitución de 1978, permitiéndote acceder también a los artículos adyacentes y al índice completo.


🟢 Traducción a lenguaje sencillo

El artículo dice que el Ejército, la Marina y el Aire deben proteger la independencia del país, su territorio y la Constitución. Es decir, que tienen el deber de defender a España frente a amenazas externas, pero también de actuar si alguien intenta romper el país o saltarse las reglas del sistema democrático. Además, establece que una ley específica (una ley orgánica) definirá cómo se organizan y funcionan las Fuerzas Armadas.


🕰️ Contexto histórico y político

Durante la redacción de la Constitución, el recuerdo del franquismo estaba fresco y los militares seguían siendo un poder real. El temor a un nuevo golpe —temor justificado, como demostró el 23-F unos años después— llevó a incluir este artículo como concesión a las cúpulas castrenses. No se trataba solo de definir funciones, sino de calmarlas.

La unidad de España era un asunto obsesivo en los cuarteles, y los constituyentes prefirieron escribir su “garantía militar” en la Carta Magna antes que arriesgarse a su ira. Así, el artículo 8 fue un compromiso silencioso: los militares aceptaban la democracia, pero se reservaban el derecho de vigilarla


⚖️ Posibles interpretaciones o debates

Este artículo ha sido interpretado de maneras muy distintas. Algunos lo ven como una simple función de defensa constitucional; otros, como una puerta abierta a la intervención militar en caso de crisis política o territorial. Su mención expresa a la “integridad territorial” ha sido citada en debates sobre Cataluña o el País Vasco, alimentando discursos que mezclan patriotismo con amenaza.

En la práctica, el ejército español ha permanecido subordinado al poder civil, pero su papel simbólico sigue siendo ambivalente: protector o potencial árbitro. El hecho de que un poder armado figure como garante de la Constitución plantea un dilema democrático de fondo: ¿quién protege a la democracia de sus guardianes?


🔍 ¿Se cumple hoy en día? (reflexión crítica)

Formalmente sí: el ejército cumple sus misiones dentro del marco legal y bajo mando civil. España no ha visto a sus Fuerzas Armadas intervenir políticamente desde hace décadas. Pero en el fondo, la sombra de ese artículo sigue pesando. Basta observar cómo se invoca el “honor del ejército” en ciertos discursos políticos o cómo se apela a la “unidad nacional” como dogma incuestionable.

El cumplimiento jurídico no borra el trasfondo ideológico: seguimos vinculando patria con uniformes, y Constitución con blindaje territorial. En lugar de avanzar hacia una noción de defensa basada en la ciudadanía, seguimos interpretando la lealtad al país como una cuestión de obediencia vertical.

La opinión de SOY UN PENSADOR LIBRE

A veces me pregunto si el artículo 8 fue escrito para protegernos… o para recordarnos quién manda cuando todo se desmorona. En una democracia adulta, el poder militar debería estar lejos del tablero político, pero aquí lo mantenemos en la vitrina, como si temiésemos volver a necesitarlo. Decimos que España es un Estado de derecho, pero seguimos colgando la espada sobre la ley, “por si acaso”. Y ese “por si acaso” revela más miedo que madurez. No dudo del valor de nuestros soldados, sino de la cobardía de quienes, en 1978, no se atrevieron a confiar del todo en la soberanía civil.

Hoy, cuando la palabra “unidad” se usa como arma política, convendría recordar que el patriotismo no se mide en desfiles, sino en justicia social y libertad. Yo, al menos, prefiero un país que se defienda con pensamiento crítico antes que con fusiles. Pero claro… pensar libremente también parece una amenaza para algunos.


Crítico, riguroso y libre. Aquí no se aceptan verdades impuestas ni filtros oficiales. Pensar es resistir. Sigue leyendo, cuestiona todo y construye tu propia visión, sin ideologías ni censura. Bienvenido a «Soy un pensador libre»

Deja un comentario

error: Content is protected !!
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad