ARTÍCULO 12 DE LA CONSTITUCIÓN

En España, a los 18 años se nos concede el privilegio de la “mayoría de edad”. Es el instante solemne en el que, según el papel, uno pasa de ser un menor tutelado a un ciudadano libre y responsable. Pero, ¿de verdad ocurre eso? ¿Acaso el simple cambio de cifra convierte al joven en adulto moral, económico o político? La Constitución fijó un número, pero la realidad lo ha convertido en un formalismo vacío.

Hoy tenemos una juventud hiperprotegida, endeudada, infantilizada y sin horizonte claro. Se les exige madurez para votar, pero se les niega la posibilidad de emanciparse. Un país que eterniza la adolescencia no forma ciudadanos libres, sino súbditos dóciles. Y quizá ahí esté la verdadera intención de ese artículo tan breve como revelador.

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ARTÍCULO 12 DE LA CONSTITUCIÓN

📜 Texto original

Artículo 12 de la Constitución Española:

Los españoles son mayores de edad a los dieciocho años.

Aquí tienes el enlace al texto oficial del Artículo 12 de la Constitución Española, publicado en el sitio web del Boletín Oficial del Estado (BOE):

Este recurso contiene el texto íntegro de la Constitución de 1978, permitiéndote acceder también a los artículos adyacentes y al índice completo.


🟢 Traducción a lenguaje sencillo

Este artículo establece que una persona alcanza la mayoría de edad cuando cumple 18 años. A partir de entonces, puede votar, firmar contratos, casarse, trabajar sin autorización y asumir plena responsabilidad legal sobre sus actos.


🕰️ Contexto histórico y político

Durante la redacción de la Constitución de 1978, España salía de una dictadura que trataba a sus ciudadanos como menores perpetuos. Fijar los 18 años como mayoría de edad respondía al deseo de homologar el país con las democracias europeas y simbolizar la madurez cívica del nuevo Estado. En aquel momento, la juventud representaba esperanza y cambio: eran los hijos del franquismo que querían decidir por sí mismos. No había debate político profundo; era una cuestión técnica, pero cargada de sentido simbólico. Se trataba, en definitiva, de declarar que el ciudadano español ya podía ser responsable de su propio destino.


⚖️ Posibles interpretaciones o debates

A simple vista, parece un artículo sin conflicto. Sin embargo, plantea un debate de fondo: ¿qué significa realmente ser adulto en un país que retrasa la independencia personal hasta los treinta y tantos? En la práctica, el sistema trata a los jóvenes como mayores para pagar impuestos o votar, pero como menores para emanciparse o prosperar. Se les culpa de no asumir responsabilidades, mientras se les niega un salario digno y una vivienda accesible. Además, la mayoría de edad jurídica contrasta con una minoría de edad económica y política prolongada: muchos jóvenes participan en elecciones sin haber experimentado la libertad material que se les promete.


🔍 ¿Se cumple hoy en día? (reflexión crítica)

Formalmente, sí. Legalmente, a los 18 años uno es libre. Pero en la realidad, la mayoría de edad es una ficción. La juventud española vive en casa de sus padres, encadenada a la precariedad, con un sistema educativo que la infantiliza y un mercado laboral que la utiliza. El Estado se preocupa por la edad cronológica, pero no por la autonomía real. ¿De qué sirve ser mayor de edad si no puedes pagar un alquiler o decidir tu vida sin subvenciones ni tutelas? La mayoría de edad, en este contexto, es más un acto burocrático que una conquista de libertad.


La opinión de SOY UN PENSADOR LIBRE

Yo cumplí los 18 y me dijeron que ya era libre. Libre para votar, para equivocarme, para soñar. Pero con el tiempo entendí que en España la libertad es una especie de simulacro administrativo. Se celebra la “mayoría de edad” como si fuera una graduación cívica, pero el sistema te recuerda a diario que sigues siendo menor ante el poder político, financiero y mediático.

Nos tratan como eternos adolescentes: dependientes, distraídos y dóciles. La juventud, que debería ser rebelde, ha sido domesticada con pantallas, precariedad y promesas vacías. La Constitución dice que somos adultos a los 18, pero la realidad demuestra que no nos quieren adultos nunca. Un país que teme a sus jóvenes maduros no progresa: los entretiene, los silencia y los mantiene bajo tutela emocional. Ser mayor de edad, hoy, es un acto de resistencia más que un derecho.


Crítico, riguroso y libre. Aquí no se aceptan verdades impuestas ni filtros oficiales. Pensar es resistir. Sigue leyendo, cuestiona todo y construye tu propia visión, sin ideologías ni censura. Bienvenido a «Soy un pensador libre»

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